SOMOS LANZAROTE propone al Cabildo impulsar un proyecto para las Maretas de Arrecife que sirva “para vertebrar a la ciudad y sus barrios”
Las Maretas del Estado, inauguradas en 1912, en lo que por entonces eran las afueras de Arrecife, fueron creadas para conservar el agua de su gran alcogida, así como guardar la que llegaba en los barcos de vapor procedente de otras islas. La que fue una de las principales obras hidráulicas de la Canarias del momento se encuentra hoy en medio de algunas de las zonas más pobladas de la capital, como Argana, San Francisco Javier y Titerroy. Desde Somos Lanzarote presentarán una moción al próximo pleno del Cabildo con el fin de que la institución insular retome no solo las labores de conservación, sino que defina un proyecto de uso público de este bien patrimonial, dando respuesta a algunas de las necesidades de la ciudad y sus barrios, generando un necesario espacio de desarrollo social y cultural en el extrarradio.
Tal y como recuerda la moción de Somos Lanzarote, las Maretas del Estado, testimonio de la lucha del pueblo de la isla para superar la sed, han permanecido durante medio siglo en el abandono. No obstante, en 1997, el artista Juan Gopar impulsó una idea para crear un espacio dedicado a la cultura y al Medio Ambiente, que fue recogido en el ambicioso “Proyecto Maretas” redactado en 2002 por el estudio AMP Arquitectos a instancias del Cabildo. A juicio de Somos Lanzarote, este debe considerarse como un punto de partida interesante para que la institución insular “aborde la recuperación y puesta en valor de una pieza que no solo cuenta con indudable valor histórico y patrimonial, sino también social, cívico y urbano, que debe ser percibida como la oportunidad para vertebrar espacial, cultural y socialmente buena parte de la ciudad de Arrecife”.
“Si un proyecto para las Maretas fue percibido como necesario en la Lanzarote de 1997, más lo debe ser en 2016. Desde entonces, la población insular ha pasado de 85 mil a 143 mil habitantes, y su capital, Arrecife, ha aumentado su censo en un 25%”, recuerda el portavoz de Somos Lanzarote en el Cabildo, Tomás López. Y es que, precisamente, los barrios circundantes, como son San Francisco Javier, Argana o Titerroy, “han sido los que han acogido un mayor número de nuevos residentes, que merecen y demandan una oferta social, cultural y de vida comunitaria”, concluye.
Por otra parte, aunque desde Somos Lanzarote reconocen que en estos casi 20 años algunas ideas sobre la ciudad y la isla se han modificado (como la futura ubicación de la Reserva de la Biosfera, que irá en la Marina de Arrecife, o el campus universitario, en Tahiche), Lanzarote sigue careciendo de un espacio donde reconocer su historia ecológica (ambiental a la vez que económica y social), con la cultura del agua como eje, al tiempo que nuestros barrios precisan más que nunca de espacios para el ocio, la cultura, la creación, la lectura y el encuentro, además del indudable atractivo turístico que tendría este espacio.
Propuesta en dos fases
Para la organización asamblearia insular es necesario que se tomen medidas de carácter inmediato referentes a la conservación y divulgación, al mismo tiempo que se retome, en el medio plazo, la idea de dar un uso público a las Maretas, buscando vías de financiación a través de fondos como los del IGTE.
Respecto a las acciones a corto plazo, Somos Lanzarote propone en su moción la rehabilitación de las zonas más degradadas de las Maretas del Estado, incluyendo su alcogida, así como proceder a la apertura para visitas guiadas de este bien patrimonial y poner en marcha un proyecto de divulgación sobre la cultura tradicional del agua en Lanzarote y las Maretas, “implicando sobre todo a los vecinos y vecinas de los barrios más cercanos y a sus centros educativos, con el fin de dar a conocer el valor de este bien e incidir en la necesidad de su conservación”. En este sentido, la organización reconoce la labor de don León Tejera en el cuidado del entorno del bien.
Pero también apuesta Somos Lanzarote por no prorrogar el debate sobre el uso futuro de las Maretas, tanto en los órganos del Cabildo como a través del diálogo con otras instituciones, vecinos y vecinas y entidades socio-culturales. Consideran que este sería el espacio ideal para abordar la temática de la cultura del agua en la isla, su vinculación con los ecosistemas insulares y con la historia social, económica y cultural de Lanzarote, así como para dotar a los barrios más cercanos a las Maretas, como Argana, San Francisco Javier y Titerroy, de un espacio de referencia para el encuentro social, la cultura, la formación y la creación.
De lo contrario, opinan desde Somos Lanzarote, la situación de abandono se prolongará y se retroalimentará, ya que la protección del bien debe llevar aparejado un uso acorde a nuestro tiempo, y sin este su conservación no sería efectiva.