La otra agenda canaria

FERNANDO RÍOS

FERNANDO RÍOS - PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN CANARISMO Y DEMOCRACIA

Se viene diciendo que CC, como otras formaciones autoubicadas en ese espectro, no son nacionalistas. La verdad es que no lo parecen. Sé que muchos de sus militantes y dirigentes sí lo son. Las últimas ponencias congresuales, programas y pactos electorales, porque algunas anteriores sí lo fueron, poco tienen de nacionalistas.

Canarias PTU

Para ser sinceros, la “agenda canaria” que acaba de suscribir con el PSOE para investir a Sánchez como Presidente del Gobierno -y antes con el PP para apoyar a Feijoó- sí tiene elementos positivos. Aunque no puede llamarse nacionalista, pero sí canarista, intenta traer a Canarias determinadas inversiones y medidas bienintencionadas. De hecho, CC intenta justificar su apoyo a Sánchez, y su rechazo a la amnistía, diciendo que no son de derechas ni de izquierdas, sino que son “de Canarias”. Aunque a muchos no les guste el término, eso es puro autonomismo, indistinguible en tantos aspectos del autonomismo del resto de diputados y diputadas que también son de Canarias.

Para ser nacionalista se ha de querer construir nación. Y las medidas contenidas en la “agenda canaria” de CC no lo pretenden. Buscan apuntalar un status quo dentro del Estado español y la Unión Europea. Y ese es el problema, que puede que el modelo autonómico del Estado español y la consideración de Región Ultraperiférica (RUP) en Europa ya no sirvan y que necesitemos evolucionar de manera distinta a como lo hacen en el Estado español.

No digo que CC se tire al monte. Su vocación es gobernar, diría que casi a cualquier precio. Pero sí se pueden ir tomando -o exigiendo que se tomen- determinadas decisiones estratégicas que conformen esa otra “agenda canaria” que Canarias necesita de verdad: abrir el melón de una reforma constitucional, no para apuntalar el REF, qué va, sino para que se dote de una posición singular al Archipiélago dentro de un modelo de autogobierno claramente asimétrico, que nos permita, por ejemplo, plantearnos una moratoria poblacional, pues ya no hay cama para tanta gente.

También para debatir si el actual estatus de RUP sigue valiendo o si sería mejor convertirnos, como muchos otros territorios extraeuropeos, en País y Territorio de Ultramar (PTU). No tiene ningún sentido blindar la RUP en una hipotética reforma constitucional sin antes resolver este debate en el seno de la sociedad canaria. Nuevamente, se estaría buscando poner la carreta delante de los bueyes.

De igual modo, también es fundamental que ese nuevo estatus nos permita ser soberanos alimentaria y energéticamente, y para ello, entre otras cosas, debemos poder relacionarnos con países de nuestro entorno directamente, sin necesidad de que tengamos que ir tirando del Estado español, máxime cuando los intereses son muchas veces contradictorios… Y eso se puede conseguir a través de la Plena Autonomía Interna (PAI).

En definitiva, esa otra “agenda canaria” debería ir abriendo debates que están en la calle sobre nuestro futuro, pero no sé si en la cabeza de nuestros gobernantes. Si otros territorios del Estado han conseguido cosas impensables hace poco, ¿por qué nosotros no?