Nueva explosión de una plataforma petrolífera en el Golfo de México
La explosión de una plataforma petrolífera en el Golfo de México ha vuelto a desatar las alarmas en una zona que todavía no se ha recuperado de la catástrofe ambiental provocada por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, en abril de 2010. El pasado martes 22 de julio, la plataforma “Hércules 265”, propiedad de la compañía norteamericana “Hercules Offshore” y operada por la empresa también estadounidense “Walter Oil & Gas Corporation”, registraba un incendio cuyo origen está aun por determinar y que obligó a la rápida evacuación de sus 47 tripulantes. Esta estructura perforadora forma parte de una flota de 40 plataformas similares de la citada compañía americana que, con sede en Houston, opera como compañía especialista en la extracción de petróleo y gas en aguas poco profundas.
La plataforma Hércules 265 se encontraba perforando el subsuelo en busca de gas tras haber abierto un conducto diagonal, denominado “pozo desviado”. El Cabildo de Lanzarote hace mención expresa a esta técnica porque el consorcio multinacional petrolífero que prevé convertir el horizonte marino de Lanzarote y Fuerteventura en un campo petrolífero, también ha anunciado que algunas de sus perforaciones más profundas, hasta más de 6.000 metros, se efectuarán perforando precisamente en ángulo inclinado, es decir, en diagonal.
El Cabildo lanzaroteño resalta asimismo que la plataforma incendiada hace dos días se encontraba a unos 60 kilómetros de las costas del estado norteamericano de Louisiana, donde aún prosiguen las labores de limpieza de petróleo en un litoral todavía no recuperado de la marea negra generada por la Deepwater Horizon de British Petroleum hace tres años.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, ha declarado que “la explosión en esta plataforma ha sucedido en aguas poco profundas y buscando gas, pero cuando sucede en aguas profundas y buscando petróleo ya conocemos los efectos. Repsol y sus socios quieren perforar aquí, a escasos kilómetros de nuestras playas, en aguas ultraprofundas y para extraer petróleo, ¿cuántos ejemplos más debemos exponer para que de una vez nos hagan caso y retiren esta amenaza que imponen para las Islas Canarias?”.
Tras las comparecencias de distintos peritos en el Tribunal Supremo la pasada semana, motivadas por el proceso judicial activado por los recursos interpuestos desde los cabildos de Fuerteventura, Lanzarote y Gobierno de Canarias, entre otras entidades contrarias a las prospecciones, se ha sabido que Repsol pudo haber ocultado información sobre las cotas de profundidad real que tiene previsto alcanzar en sus perforaciones frente a las islas. Este hecho no sería nuevo para esta compañía petrolera, ya que apenas hace unos meses fue denunciada y sancionada por el Gobierno de Cataluña a causa de un vertido de hidrocarburos en Tarragona; en esa ocasión, la Consejería de Interior del Gobierno catalán acusó a Repsol de haber ocultado el derrame al medio natural.
“Aquí las industrias son siempre bienvenidas si respetan nuestro territorio, nuestra cultura, y si vienen a generar riqueza para nuestra población. Ahora bien, si vienen con imposiciones, faltando sistemáticamente a la verdad, ocultando información, implementando intervenciones físicas de altísimo riesgo y amenazando además nuestra naturaleza, nuestra forma de vida, nuestro futuro y nuestra dignidad, no tendrán cabida en esta isla”, declaró el presidente San Ginés anoche.
El Cabildo de Lanzarote recuerda que Repsol pretende perforar en un lecho oceánico de aguas ultraprofundas (más de 1.500 metros de lámina de agua), y a más de 6.000 metros de profundidad bajo el fondo marino, en una zona que registra además frecuentes terremotos, y a una distancia de las islas considerada como de “alto riesgo de impacto” en caso de derrames y vertidos.