Las listas de exterminio, perdón de “espera” sanitaria en Canarias
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
El papel crítico de los líderes clínicos: transformar la atención médica hoy y mañana. Catalyst, perteneciente a la revista de divulgación médica The New England Journal of Medicine, acaba de hacer público un libro electrónico en el que especializadas personalidades pertenecientes a diferentes organizaciones clínicas hablan con claridad sobre el cuidado sanitario y cómo el papel crítico de los líderes clínicos mejorará el cuidado integral de los pacientes.
Liderazgo: la importancia de la comunicación. Para Joseph G. Weigel, director del programa de Residencia de Medicina Interna del Hospital del Lago Cumberland, en Somerset, Kentucky, que ha sido internista en esa región rural durante los últimos treinta años, la medicina actual atraviesa una de sus etapas más difíciles: “La profesión médica está luchando por su alma actualmente: estamos en un momento en el que la medicina evoluciona de una profesión a un negocio” dice (problema que el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario ya ha denunciado previamente) “Me preocupa que los médicos más jóvenes estén siendo instruidos para ver esto como un empleo y como un trabajo por turnos” y destaca como principal habilidad del liderazgo sanitario la comunicación, recomendando además que los líderes clínicos, incluso los responsables de la administración, mantengan una estrecha relación con los pacientes mediante la realización de trabajo clínico con frecuencia, opinión que corrobora Susan Robel, vicepresidenta ejecutiva, jefa de enfermería y responsable de la oficina de atención al paciente del Sistema Sanitario de Geisinger, en Danville, Pennsylvania, que añade: “Si los líderes clínicos no priorizan tiempo con los pacientes, no sabrán qué atención diaria se les está dispensando”.
Un rediseño sanitario centrado en los pacientes. Las mayores oportunidades para la utilización de los datos en el sistema sanitario se deben fundamentar en tres pilares: el análisis predictivo, la coordinación sanitaria e implementar la toma de decisiones. Los líderes clínicos deben ser capaces de tomar en consideración los determinantes psicosociales de la salud de los pacientes, tales como sus finanzas y el estrés del hogar, la depresión y el dolor. Diane Harper, Profesora perteneciente al Departamento de Medicina Familiar y Geriátrica, Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville (Kentucky), propone el rediseño del sistema sanitario para incluir determinantes psicosociales de datos sanitarios, como por ejemplo integrando más servicios sanitarios psíquicos en la atención primaria.
La implicación de los pacientes. Poner mayor énfasis en la experiencia del paciente, ampliando su rol en sus propios planes de atención y trazar nuevas alternativas para determinar las aportaciones de los mismos tienen muchas implicaciones para la atención médica actual y continuarán forzando cambios clínicos y culturales en el futuro. Aunque ha habido debate sobre las determinaciones de la experiencia y el compromiso de los pacientes, Harper sostiene que es esencial que los médicos entiendan entiendan todos los aspectos relativos a la percepción de la atención recibida por los pacientes. Desde la perspectiva del paciente “no es sólo ‘entré, obtuve lo que necesitaba, mejoré’. Necesita saber cómo se sintieron con la facturación, la amabilidad de la recepcionista, lo comprensivo que fue el médico y su capacidad para acceder a los registros a través del portal, dice Harper. “Todo cuenta”.
La responsabilidad de la administración. En la inauguración de las VII Jornadas de Cuidadoras celebradas en Canarias el 11 de Mayo de 2018 el consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, fue abucheado públicamente ante su afirmación en respuesta a una pregunta de los asistentes sosteniendo que “el derecho a la dependencia no existe”. El siguiente sábado 19 las calles de las islas se llenaron de manifestantes que clamaban por un cambio radical en la sanidad de Canarias, cuyo análisis abarcaría una enciclopedia entera, pero intentaremos hacerlo someramente. El derecho a las dependencia efectivamente es letra muerta en la práctica pues los pocos que llegan a tener reconocido ese derecho no disfrutan del mismo sino que son las empresas reconocidas por la administración quienes se quedan con las subvenciones. Por ejemplo, una ayuda a la dependencia de aproximadamente 400 € la empresa seleccionada justifica la misma con una ayuda a domicilio de 6.5 horas si el servicio se preste el fin de semana y 7.5 horas si el mismo tiene lugar de lunes a viernes, respectivamente, es decir, el derecho a la dependencia no existe como afirmara o afirmase el consejero y la vergüenza tampoco.
Las cifras del oprobio y las vergüenza. Desde el año 2007 hasta el 2016, último para el que el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) ha publicado datos, periodo de los brutales recortes sanitarios, educativos y sociales, han fallecido oficialmente en Canarias 138.030 personas, desglosadas de la siguiente forma en función de los años: 15035 (2016); 15110 (2015): 14331 (2014); 13621 (2013); 14081 (2012); 13561 (2011); 12794 (2010); 12893 (2009); 13462 (2008): 13142 (2007). Total 138.030 fallecimientos a los que no es ajena la administración, por denominarla de forma suave, con sus verdaderas cámaras de exterminio, perdón, perdón, de atención “sanitaria” en los abandonados hospitales a sus desahuciados pacientes, en los que, según afirman numerosos usuarios, se aplica la eutanasia obligatoria, que da lugar a la mayor y más dramática reducción de las listas de espera.