Hora de mover fichas
En el actual proceso de desmantelamiento del estado de derecho que se viene llevando a cabo como consecuencia de la aplicación de políticas liberales desde Madrid con el PP y desde las instituciones locales con los mal llamados socialistas del PSOE y los igualmente mal llamados Nacionalistas de CC, y la conformidad de algunas que otras formaciones locales y del Estado Español, las privatizaciones de empresas y servicios públicos son un enorme avance en este camino hacia el inmoral liberalismo capitalista que nos retrotrae en la historia más de un siglo.
La educación, la sanidad y la justicia son algunos de los ejemplos a nivel del Estado Español, y el agua (INALSA) y los centros de arte cultura y turismo (CACT) son otros ejemplos a nivel local donde con distintos matices, lo público, lo de todos, se pone en manos de unos pocos para “hacer negocio”. Los logros de una sociedad que caminaba hacia un estado de bienestar son aniquilados de un plumazo con el conformismo de una sociedad que se resiste a despertar.
Los periódicos llenan páginas y páginas con unos debates ciertamente ficticios, pretendiendo enfatizar las diferencias entre socialdemócratas, liberales y Nacionalistas de cara (dura), para perpetuar el sistema, pues en el fondo unos y otros coinciden en lo fundamental.
La corrupción generalizada que va desde la Casa Real al último mono con aspecto de digno concejal del más mísero de los ayuntamientos, es la lógica consecuencia de un sistema dirigido por la usura.
Puede que más de uno me tache de tremendista, puede que más de dos digan eso de que los casos de corrupción no son tantos, sino que suenan mucho, puede que más de tres digan que la democracia funciona y que la corrupción cuando la hay se destapa y el que la hace la paga, pero la realidad es bien distinta y más cotidiana de lo que se reconoce; desde los alcaldes que encargan los trabajos y servicios a la empresa del amigo, aun sabiendo que otra prestaba el mismo servicio de forma más rentable para la institución y por ende para los vecinos a gobiernos que amnistían a los corruptos para que laven su dinero, pasando por empresas o fundaciones vinculadas a los gobiernos que sirven para repartirse los fondos públicos, y así una restra tremenda con nombres y apellidos que perpetúan a los corruptos en sus cargos por mucho que los interventores, dignos veladores de la legalidad, hagan su trabajo.
En este estado de cosas, donde la VERDAD brilla por su ausencia, se hace más necesario que nunca el concurso de las gentes de bien en una lucha revolucionaria que desde las bases hagan posible el cambio que la sociedad demanda. La defensa de un estado de derecho y un estado de bienestar solidario es la bandera que tenemos la obligación de enarbolar. Ahora, más que nunca tenemos la obligación de hacer Nación en Canarias una nación para la justicia, para la igualdad, para la transparencia, para la ética. Ahora es el momento de mover fichas, no vale quedarse en casa, no vale esperar que otros solucionen tu futuro y el de tus hijos, del compromiso que hoy adquiramos daremos cumplida cuenta en la historia de esta tierra. Ahora, más que nunca es el momento de mover fichas para impedir que desde Madrid negocien con las multinacionales nuestros bienes, ahora más que nunca es el momento de impedir que desde Canarias se repartan en insolidaria avaricia insularista nuestro futuro, ahora más que nunca es el momento de impedir que desde este Lanzarote los que se esconden detrás de falsos adjetivos pongan en nanos de los amigotes lo que es de todos.
José Pérez Dorta