Externalizar el mercadillo municipal es un fracaso de la gestión del área de Comercio de Arrecife
El grupo político Lanzarote En Pie en el Ayuntamiento de Arrecife expresa su preocupación por la intención del concejal de Comercio, Hostelería y Turismo, Armando Santana, de conceder la gestión del mercadillo municipal a una empresa externa. En este contexto, el grupo municipalista manifiesta su oposición rotunda ante tal intención.
A este respecto, desde Lanzarote En Pie, creemos que la externalización de los servicios públicos no pueden ser la solución a los problemas de gestión del Ayuntamiento de Arrecife. Consideramos que los argumentos del responsable del área no se sostienen, ya que la eficiencia, la eficacia o la mejora del servicio se puede conseguir igualmente con una buena gestión pública. Sin embargo, entregar un servicio público a una empresa privada no es sinónimo de mejora en la calidad, ni de eficiencia, ni de abaratamiento de precios; más bien al contrario, la búsqueda de la rentabilidad siempre acaba siendo a costa de la calidad de los servicios y de las condiciones laborales.
Asimismo, nos preocupa la situación en la que puedan quedar las personas trabajadoras del sector, quienes llevan años al frente de sus puestos y que verán incrementadas notablemente las tasas que deberán abonar a la empresa. De hecho, la medida supondrá el incremento del gasto para este colectivo que pasará a pagar tres veces más por un tercio menos de espacio, según se expone en el estudio de viabilidad del contrato presentado por el área responsable.
En este sentido, entendemos que se pueden encontrar alternativas que permitan garantizar una gestión pública y eficiente de los recursos públicos sin generar pérdidas en la calidad del servicio. Es importante que la institución haga una apuesta clara por mantener la gestión directa de los mismos, garantizando su calidad, eficiencia y eficacia.
Por último, cabe recordarle al concejal de Comercio de Arrecife, Armando Santana, que la función de un responsable público es la de defender los intereses de todo el sector y no solo los de una parte. Para ello, es necesario que exista diálogo social, crear espacios de participación y empatía con las necesidades y demandas de cada uno de ellos; máxime cuando estas familias trabajadoras intentan salir adelante en un marco de crisis socioeconómica como en el que nos encontramos inmersos