Canarias: Ser País y Territorio de Ultramar – PTU respecto de la UE
Sí, Canarias, debe replantearse, seriamente y con urgencia, su actual modelo de relación con la Unión Europea y solicitar el cambio como Región Ultraperiférica (RUP) a la asociación como PTU – País y Territorio de ultramar.
Resulta evidente, si observamos los indicadores y ratios de la realidad socioeconómica de Canarias, nuestro País, que dentro de las RUP, no somos capaces de dar respuesta, ni soluciones a los problemas estructurales que padecemos como sociedad.
La asociación como PTU a la UE es un modelo que nos abre la puerta a posibilidades necesarias para establecer las políticas que nos sirvan para afrontar nuestra realidad económica y social que hoy resulta decadente, a la vista de los datos que se publican a diario.
La asociación como PTU no conlleva la aplicación obligatoria de los principios básicos, que son el eje fundamental de la U.E., como sí sucede siendo RUP, es decir, que la libertad de establecimiento dentro del territorio de la UE, la libre circulación de personas y de trabajadores, la libertad de prestación de bienes y servicios, así como, la libertad de movimiento de capitales, no se aplican tácitamente a los PTU.
De entrada supone una gran noticia, pues estas libertades son las que nos acogotan, hoy, en todos los sentidos, ya que generan superpoblación en Canarias, competencia en el mercado laboral canario limitado en su crecimiento, dificultan el acceso a la vivienda a la población local, al tiempo que se produce un encarecimiento por alza de precios dado el exceso de la demanda, en un territorio archipielágico que no puede asumir tanta tensión y presión sobre el territorio y su población.
Estos principios aplicados obligatoriamente en Canarias, en base a nuestra obligada Plena Integración en la unión europea, nos atan y encorsetan. Por una parte como sociedad, pues nos impide poder tomar las medidas legislativas que nos sirvan de protección frente a un coloso de 440 millones de ciudadanos que pueden venir a vivir y establecerse o trabajar en Canarias cuando así lo deseen, o bien pueden comprar terrenos y viviendas, sin que podamos limitarlo o impedirlo.
Por poner un ejemplo de las ventajas que nos aporta el modelo PTU respecto al Mercado Laboral Canario , una de nuestras debilidades , podemos afirmar que la DECISIÓN(UE) 2021/1764 de 5 de octubre de 2012 , en su artículo 52.4, -nos dice que “ Las autoridades de un PTU, a fin de promover el empleo local, podrán adoptar normativas de ayuda a sus personas físicas y sus actividades locales” , es decir , podemos controlar el mercado laboral canario , dadas sus características particulares e incentivar, por ejemplo, la contratación de población local.
Esta simple medida , nos ayudaría a evitar la elevada cifra de emigración de nuestra población que se viene produciendo en Canarias. Una situación curiosa que no se había producido antaño, pues mientras nuestra gente se ve obligada a marchar en busca de empleo digno y calidad de vida, otros vienen desde fuera a ocupar los puestos de trabajo. Este trasvase de población llama la atención pues se está produciendo un sustitución de la población local por foránea. Nunca antes, nadie había venido a comerse nuestra miseria.
No podemos olvidar que en Canarias hay casi ochocientas mil personas que viven en riesgo de exclusión social y pobreza. Son cifras de la vergüenza y para el sonrojo. Nos muestran el fracaso de un modelo que no nos sirve, el de las RUP, por muchos que algunos se quieran empeñar en desviar el verdadero debate que hay que afrontar. Esta situación no se resuelve simplemente con cuatro modificaciones en el REF que contenten las ansias de desgravaciones fiscales no enfocadas al impulso de la mejora de la calidad de vida de nuestra gente.
Por otro lado, nos encontramos que esa obligada pertenencia a la UE , tal como la conocemos y la sufrimos hoy , nos obliga a formar parte ,inexorablemente, del Mercado Único Europeo y de la Unión Aduanera, al tiempo que implica ser territorio de la Unión en el Atlántico, convirtiéndonos en puerta de entrada a la migración procedente del continente africano, porque llegar a Canarias es sinónimo en llegar a la UE.
Pero no olvidemos que el mayor peligro proviene desde los ciudadanos que la UE que vienen en avión o barco a afincarse aquí, a comprar nuestra tierra sin poder impedirlo legalmente por ninguna vía.
Obligarnos a formar parte del Mercado único y la Unión Aduanera, nos aleja de la ansiada voluntad y necesidad de recuperar nuestras libertades comerciales para abastecernos de aquellos mercados que disponen de precios más competitivos que los de la UE, lo que nos permitiría abaratar el coste de la vida e impulsar el comercio de reexportación para recuperar nuestra fortaleza perdida como plataforma tricontinental que tanto auge económico supuso para Canarias.
El acuerdo de asociación PTU nos permite recuperar la concepción de Canarias, a efectos comerciales, como país tercero. Esta concepción no es nueva para la clase empresarial canaria pues era la consideración que teníamos antes de la UE y durante la aplicación del protocolo II de adhesión de Canarias a la UE. Ventaja que perdimos antaño y tanto daño ha hecho a las empresas canarias y a la ciudadanía como consumidores, pues se ha encarecido la vida de forma exponencial.
España y la UE nos han convertido en mercado cautivo, en todos los sentidos. Cautivos de políticas de ayudas y subvenciones sin posibilidad de desarrollo y progreso de nuestra gente, ni de nuestros pequeños y medianos empresarios que sufren las dificultades de un mercado encorsetado y limitante para desarrollar la creatividad empresarial en un marco de oportunidades, mientras tanto, otros se enriquecen a costa de sacar rédito de nuestras riquezas naturales, patrimoniales, del sol, viento, de nuestras costas, del territorio. Hemos de salir de esa dependencia que tanto daño nos hace.
El sector de exportación canario, tanto agrícola como industrial, puede estar tranquilo, pues las cuotas y acceso al mercado de la unión europea queda garantizado en las mismas condiciones e incluso podrían mejorarse.
El modelo PTU proporciona una amplia autonomía, es decir, mayores cuotas de soberanía, de capacidad de gestión para legislar acorde a nuestras necesidades reales.
Es un modelo de asociación que figura en el Tratado de la Unión Europea desde 1957. Por lo tanto, lo que solicitamos es legal, es viable, es posible. Simplemente se necesita la voluntad política de emprender el camino hacia este modelo de asociación necesario para sacar a Canarias del lastre social y económico que padecemos de forma estructural.
Los PTU con respecto a la UE, disfrutan de una asociación política, económica, comercial, de cooperación para el desarrollo cuyo objetivo es promover el progreso económico, así como, los intereses y la prosperidad social, cultural al que aspiran los habitantes del PTU.
Hemos de recordar que los ciudadanos de los PTU siguen siendo considerados ciudadanos de la unión europea, en virtud de su pertenencia a un Estado miembro de la UE.
Hemos de decir que el acuerdo de asociación como PTU nos permite seguir accediendo a programas de financiación de la UE , así como nos permite establecer acuerdos de financiación de programas específicos para el desarrollo, tal como recoge la Decisión del Consejo que regula hoy las bases del acuerdo , sin olvidar que todo acuerdo desde esta posición está sujeta a las particularidades y singularidades , prioridades y necesidades de los PTU.
Sí, lo volvemos a repetir sin pudor alguno y con convencimiento, Canarias debiera ser PTU y abandonar el modelo de la RUP que se ha mostrado insuficiente para resolver los problemas estructurales de Canarias.
Esta modelo como herramienta junto a otras medidas necesarias como una verdadera Hacienda canaria propia, el establecimiento de políticas fiscales no sujetas al REF que nos permitan actuar acorde a las necesidades de estimular áreas de actividad, las acciones de política exterior y de relaciones de cooperación para el desarrollo de países vecinos, la gestión de puertos y aeropuertos como puertas de entrada y salida de Canarias que son , deben estar en nuestro poder, si de verdad queremos que nuestra tierra avance y progrese como se merece su sociedad.
No podemos soportar otros cuarenta años con datos de pobreza, de baja renta per cápita ,de emigración en busca de empleo, de carestía del coste de la vida , de escasa calidad vida, de la imposibilidad de acceso a la vivienda, dificultades para acceder a un empleo bien remunerado. No lo merecemos. No es viable la espera. No queremos seguir siendo pobres pero felices.
Ricardo González-Roca Fonteneau Secretario Nacional de Organización y Comunicación