Pueblo Maho denuncia el completo estado de abandono y la total desprotección del yacimiento arqueológico más emblemático de la Isla: Zonzamas
Guadarfía ha sido escueto pero contundente: "Exijo a la instituciones y asociaciones que tomen medidas inmediatas para proteger y conservar el yacimiento de Susamas (Zonzamas). ¡Nuestro patrimonio no puede ser abandonado! ¡Actúen ya!".
- Denuncia de Pueblo Maho
En apoyo a las denuncias del veterano defensor de la cultura aborigen, Guadarfía, la asociación cultural Pueblo Maho ha remitido el siguiente comunicado:
"La asociación cultural Pueblo Maho de Lanzarote denuncia pública y enérgicamente el alto grado de deterioro de las instalaciones con las que se pretende proteger las diferentes unidades arquitectónicas aborígenes excavadas en el yacimiento arqueológico de Zonzamas.
El daño que experimentan las estructuras que parcialmente envuelven los suelos excavados con las que se intenta proteger las construcciones indígenas repercute negativamente en la conservación de las edificaciones de piedra y barro levantadas por la población aborigen. Igualmente, ello supone la pérdida irremediable de las diferentes capas de tegue y el registro arqueológico que permanece en los perfiles y las superficies que dejaron a la vista sin protección alguna.
En los últimos años, esta asociación cultural ha sido testigo de los desperfectos ocasionados por descuidos, escasa vigilancia, malas prácticas y por pésima e inadecuada armazón que encierra al yacimiento, desde que se comenzara a trabajar de manera intermitente a partir de 2015 y se retiraran sus diferentes capas de tierra y geotextil que lo protegían.
Un denso listado de errores y malas prácticas que oscila desde vertidos de residuos oleaginosos ocasionados por la maquinaria pesada utilizada durante determinados trabajos en el propio enclave arqueológico, inundaciones ocasionadas por el agua de lluvia que durante días y anualmente se han filtrado al interior depositándose sobre las capas de barro originales y que se disolvieron con el agua, el diseño inadecuado de la armadura trazada para preservar los diferentes elementos arquitectónicos, perfiles y niveles arqueológicos, el natural deterioro y el envejecimiento que experimentan los materiales utilizados para el cerramiento, el excesivo calor y su contraste con temperaturas más frías, entre otras causas, han ocasionado múltiples e irreparables daños al enclave histórico y por consiguiente ha mermado el derecho a saber de la ciudadanía, verdadera depositaria de este legado de sus ancestros.
Esta tónica de agresión al patrimonio común por parte del Cabildo Insular se sigue produciendo en la actualidad, ya que no son efectivas las medidas adoptadas: cuando la alarma instalada suena, no significa que los rotos de las láminas plásticas se zurzan, ni que el asfixiante calor que pulveriza el barro se suavice, ya que solo añade ruido, nada efectivo al lugar, tal y como hemos comprobado.
El Cabildo Insular tiene la obligación ineludible de conservar y proteger el lugar para la memoria colectiva. Igualmente ostenta el deber de investigar su potencial histórico, de guardar a buen recaudo el registro material, de exhibirlo públicamente facilitando la información necesaria para su comprensión por parte de la ciudadanía, y también tiene la responsabilidad de poner en valor el lugar y su historia. Lejos de cumplir con sus obligaciones, permite y potencia borrar los vestigios heredados que no le pertenecen -ya que son de propiedad común- ante una vergonzosa y denunciable pasividad. Con su actitud pisotea parte de la historia más antigua que heredamos, privándonos con ello de un derecho inalienable de la ciudadanía.
Las actuales imágenes que podemos ver de la zona arqueológica de Zonzamas son más propias de lugares de otra naturaleza y carentes de valor patrimonial y no del enclave aún considerado como el máximo exponente de la historia aborigen de Lanzarote.
No parece que al Cabildo Insular le baste con que Zonzamas esté incluida en la lista roja de lugares patrimoniales por su mal estado, sino que sigue poniendo el empeño necesario para que permanezca en ella".