Momento de pensar
BEATRIZ GÓMEZ: Después de dos siglos, volvemos a la España del Siglo XIX en el que el pueblo español atravesaba una terrible crisis de subsistencia donde las hambrunas generalizadas elevaban cuantiosamente la mortalidad.
Después de dos siglos, volvemos a la España del Siglo XIX en el que el pueblo español atravesaba una terrible crisis de subsistencia donde las hambrunas generalizadas elevaban cuantiosamente la mortalidad.
200 años para que la mortalidad moral no física acabe con el hombre.
Unas leyes desproporcionadas, la falta de organización, la carencia de valores, el egoísmo colosal, el consumismo desmedido, todo un cúmulo de intereses propios que nos han hundido en la más absoluta miseria.
Han extinto una vida, han carbonizado con vigor las oportunidades de una sobrevivencia próspera, han incrementado un desmesurado número de semejantes afectados por un Gobierno sin escrúpulos que se empeña en ajar los corazones latientes de nuestro pueblo.
Corruptos hasta la saciedad, sujetos con una carencia extrema de conocimiento, que no sufre, que no ejerce, que no ayuda, que no se involucra, que no llora porque por sus cuerpos no corre la sangre; permanece helada. Sus ojos no emanan lágrimas, son seres deshumanizados.
Mentes secas que se pudren con el tiempo pero no se destruyen. La vida sigue y ellos siguen su camino pero nosotros morimos.
Morimos de tristeza, de locura, desesperación, desdicha...
Nos ahogamos en nuestro llanto y no son capaces de aliviarnos. Desolados. Algunos sin techo, multitud sin trabajo, otros sin sanidad sufriendo terribles consecuencias, un gran número sin recibir educación pero la gran mayoría muriendo de hambre.
¿Qué hemos hecho? ¿Qué somos?
Hemos luchado toda una vida por sobrevivir, no por vivir, y ahora un mando reforzado nos deja hundidos en el peor de los lodos.
Riadas de sangre porque nos comeremos unos a otros como caníbales desatando su instinto animal. Olvidaremos que fuimos civilizados devorando sesos que fueron creados para pensar.
Perdidos, machacados por un Estado demoledor, ausente de nuestra calamidad.
Sus risas se multiplican cuando desesperados nos manifestamos, viendo como nos apalean sus fieles lacayos. ¡Qué podredumbre les invade!
Arrodillados, sumisos, exasperados, perturbados, dispuestos a la peor de las manipulaciones por un poco de esperanza para continuar mal viviendo.
Sin libertad de expresión, maniobrados, perdiendo toda la dignidad por servirles, actuando como esclavos sin derechos, porque si desobedecemos perderemos hasta el poco sustento que algunos nos hace mantenernos con vida.
No hay triple elección, o el pueblo español muere o vive. La supervivencia es posible cuando acabemos con un Gobierno que nos margina, cuando todos aclamemos democracia, cuando desaparezcan todas manos negras que mueven las marionetas, cuando enterremos a los pérfidos que nos azotan.
¡Gritemos Democracia! ¡Queremos ser todos libres!
Beatriz Gómez,
Escritora y Redactora.