La exposición se centra en las salinas de Janubio y Los Agujeros
Bajo el título “Jardines de la Sal”, el pasado miércoles, día 3 de octubre, se inauguró una exposición dedicada a las dos únicas salinas de Lanzarote que se encuentran en activo. La muestra se exhibirá en la Sala de Espera de la Terminal T2 del Aeropuerto de Lanzarote (terminal de vuelos interinsulares), hasta el día 4 de noviembre.
La exposición se compone de 62 laminas de 1m x 1m, con imágenes sobre las salinas y su sistema intermareal, una serie de láminas explicativas sobre el tema tratado, una colección de ocho jolateros y, por último, 12 cuadros donde se expone una colección de moluscos (gasterópodos y bivalvos) que se deben a Lorenzo Duarte Martín y Concha Pestaña Yáñez. Los textos y las fotografías de la exposición son de José María Barreto Caamaño.
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Las salinas canarias y, en particular, las de Lanzarote constituyen uno de los parajes e ingenios más singulares y bellos que el hombre ha creado al borde del mar. La arquitectura del agua y la sal es capaz de ofrecernos una enorme variedad de sugerentes paisajes, donde se despliega toda la exquisitez y sabiduría de una cultura milenaria. Las salinas poseen múltiples valores añadidos: arquitectura, tecnología, paisaje, historia y, sobre todo, un ecosistema marítimo terrestre único.
El gran desarrollo de las salinas de Lanzarote estuvo vinculado y se debió, fundamentalmente, a la pesca en el Sáhara Español y Mauritania y a la industria conservera y de salazón de pescado. Así, en Lanzarote se inventa la salina nueva con forro de piedra y tajo compuesto, lo que supone un cambio sustancial en la producción y en la tecnología de la sal y que, luego, será exportada a otras islas del Archipiélago. La primera salina de este tipo se creó en Berrugo y, posteriormente, en las salinas de Janubio, creadas en 1895, ambas en Yaiza.
El valor patrimonial que presentan las salinas es doble. Por una parte este valor radica en el interés que desde el punto de vista histórico y etnográfico que encierran las salinas, como actividades que han sabido mantenerse vigentes durante siglos de historia, sin alterar sus esquemas básicos de funcionamiento.
De otro lado, estos valores patrimoniales se refuerzan por la riqueza natural que concentra una salina, tanto por sus valores paisajísticos, como por la vida animal y vegetal que gira en torno a estas marismas artificiales situadas en la línea que une y separa el mar y la tierra.
Un trabajo divulgativo
Con este trabajo expositivo y divulgativo se ha pretendido mostrar el fascinante mundo de las salinas. Este trabajo se ha desarrollado en las dos únicas salinas que están en funcionamiento en Lanzarote: Janubio y los Agujeros. De igual manera, también se contemplan los aspectos relativos a los procesos de producción de la sal, para culminar en el contexto cultural y social del salinero. No se olvida la reflexión acerca de las causas del actual decaimiento de la actividad salinera y se ofrecen propuestas de actuación paliativa.
En definitiva, se trata de exponer de una manera atractiva y didáctica este rico e interesante patrimonio de las salinas. Desde sus inicios, ya antes de la conquista de Canarias por los castellanos, hasta la crisis actual pasando por sus épocas de esplendor, para luego centrarse en los aspectos constructivos y tipos de salinas y las instalaciones adyacentes.
La exposición ha sido organizada por la Orden del Cachorro Canario en Lanzarote, con la colaboración de Aena-Lanzarote. También participan en este evento el Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote y la Casa del Miedo.