YO SÍ CELEBRO EL 30 DE MAYO
Un poeta latino, Cayo Valerio Catulo, profirió hace un tiempillo, unos dos mil cien años, una frase antológica, la manipulación es más veloz y la pedagogía es más lenta.
Quiénes manipulan no sé quienes serán, y me refiero a los que manipulan, no a los que repiten la manipulación. En mi caso me propongo hacer la pedagogía.
Me dirijo a los compatriotas que llegados el treinta de mayo de cada año tienen a bien recordarnos que nada hay que celebrar, o que ningún pueblo celebra su derrota, que imagino viene por la firma del Pacto de Calatayud.
Y me pregunto si de verdad conocen y pueden razonar las circunstancias políticas del 1481, si pueden entender la realidad de ese momento histórico y valorar en su justa medida el buen hacer de Tenesor Semidán.
Quien quiera de verdad saber de eso que se haga el favor de leer la magnifica obra de La Conquista de Tamarant, de Normando Moreno, donde razona y bien, que la guerra no podía ser eterna, ya diezmados y posicionados los españoles, con problemas de comunicación, solo se veía el exterminio, de hecho, lo españoles ya disponían de la pólvora como arma de guerra frente a piedras y palos, por tanto, quizás sea gracias a Tenesor Semidán y su pacto primero, de Calatayud, lo que nos permita a muchos canarios y canarias, Haplotipos U6b1, haber llegado hasta nuestros días, con sangre de legitimidad histórica de dos mil años en nuestro país.
Tenesor pactó libertades para los canarios canarias y la soberanía de Guayedra.
De ahí que a mí, lo del 30 de mayo no me parezca una derrota, pero es más, viniendo al momento moderno, lo que sí es una derrota es la ignorancia social de nuestra condición nacional e histórica, por tanto, que la fecha de la fiesta nacional sea en periodo escolar y en época de buen tiempo ya es un acierto.
Uno de nuestros problemas es el revisionismo al que nos someten los puristas, y ello es producto tal vez de la ansiedad y frustración del sentimiento nacional, que al final provoca que vayamos contra nosotros mismos.
Ese revisionismo nos está matando. Así, a quien favorece eso del nada que celebrar es al enemigo, es precisamente a esa realidad que se quiere combatir.
Yo lo hago de forma diferente, el día 30 de mayo, día muy fuerte, fiesta nacional.
Realmente en vez de soltar la frustración castigándonos, y habría que saber quien tiró la primera piedra y cuan interesado estaba en desacreditar nuestra fiesta nacional, yo respondo al revés, mucha Canarias, mucha Nación, con cachorro o sin él, con insignia de bandera en la camisa, con participación en actos públicos, con celebración en familia de la Patria, con activismo que se vea, somos canarios canarias y somos diferentes.
Somos nacionales de Canarias, y rugimos, sí hay que celebrar el 30 de mayo, con bandera estrelladas en las ventanas, con orgullo nacional y mirada alzada.
Qué lo sepan, somos una Nación.
Nacional de Canarias