El busto y la esencia de Leandro Perdomo Spínola yace en Teguise, donde él siempre quiso vivir y morir
En la Plaza Camilo José Cela de la Villa de Teguise lucirá para siempre el busto de bronce moldeado por Mariola Acosta, una escultura en honor al escritor Leandro Perdomo Spínola, cuya imagen yace a partir de hoy donde él siempre quiso vivir y morir, en Teguise.
El acto de inauguración, presidido por el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, contó con la presencia de la hija del homenajeado, Alejandra Perdomo y del director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, entre otras autoridades, familiares y amigos del ilustre escritor, así como representantes del mundo del arte y la cultura de Lanzarote.
La antigua capital insular acogió así el reconocimiento definitivo a una gran personalidad de la isla de Lanzarote, que fue cronista y narrador que contaba lo que acontecía en los diarios canarios de mayor tirada y en sus míticos y recordados periódicos: “Pronósticos” y “Volcán”, primer periódico en español fundado en la Europa no hispana durante su etapa en Bélgica.
“No será el último reconocimiento en homenaje a Don Leandro Perdomo, pero con la instalación de su figura en una de las plazas del casco histórico de la Villa de Teguise, conseguiremos que su imagen, su obra y su personalidad sea recordada por muchos años, esperemos que siglos, con el fin de que las nuevas generaciones conozcan la relevancia que para Lanzarote y para Canarias han tenido personalidades de la talla de Don Leandro, y que perdure así nuestra mayor seña de identidad, que es nuestra cultura y nuestro patrimonio escrito”, señaló Oswaldo Betancort en la apertura del acto.
“Es un honor para Teguise y para los que representamos la función pública, poder ser testigos de este reconocimiento a nuestro legado histórico, y poder celebrar un aniversario tan destacado como los 600 años de historia de Teguise, que viviremos en 2018. Cada acto que ponga de relieve cada uno de los hitos culturales e históricos de nuestro pueblo, será un acto-homenaje a nuestros antepasados, a sus logros y al camino que han abierto para los que hoy estamos aquí y un sendero marcado para que nuestros hijos sigan construyendo cultura, historia y sociedad”, añadió Betancort.
Fernando Gómez Aguilera, director de la Fundación César Manrique, tuvo el honor de conocer a Leandro, al que definió como escritor quijotesco, en la década de los ochenta y conversar sin tapujos con él. “Tuve la fortuna de verme favorecido por la amistad de un hombre bueno, maltratado por el tiempo, que nunca dejó de crecer en dignidad. Era un “atento escuchante, extraordinario conversador, siempre con una mano sobre el hombro del humor y la sorna amable”, explica Gómez Aguilera, que según expresó durante la inauguración del busto, “Don Leandro fue una víctima más de la desatención de una sociedad superficial, confundida por las apariencias y la banalidad, y por consiguiente, proclive a confundir el hábito con el monje. Por fortuna, esa postergación ha comenzado a corregirse y el Ayuntamiento de Teguise ha participado responsablemente en esa tarea de valoración y recuerdo de su hijo adoptivo, reconociéndole y homenajeando su memoria, como hace hoy”.
Por su parte, Alejandra Perdomo, hija de Leandro, agradeció a Teguise, en especial al área de Cultura del Ayuntamiento, que coordina Olivia Duque, el hecho de haber “resucitado” a su padre, e hizo lectura de un pequeño fragmento de la obra “Desde mi cráter” ante el público asistente, entre ellos, todos su familiares, que fueron testigos de la colocación de un busto que representa la esencia de Leandro Perdomo Spínola, que permanece viva donde él siempre quiso vivir y morir.